Fallos (mea culpa corporativo)

Hemos sido demasiado autoindulgentes o perezosos, tal vez. La sociedad de la imagen masiva multiplicada está volcando hacia el mundo del arte a muchedumbres y recursos ingentes. Las aulas de nuestras especialidades de arte están más llenas que nunca y podemos caer en la tentación de considerar todo esto como un mérito corporativo propio. Pero no hay razones para semejante optimismo: el boom del arte y el creciente interés por su historia tienen poco que ver con el trabajo y los hábitos mentales de los profesionales del sector. Muchos estudiantes dicen, incluso, que les entusiasma lo que estudian a pesar de los esfuerzos de sus profesores para que suceda todo lo contrario.

Nos falta debate crítico. Rara vez nos planteamos el sentido de lo que hacemos, en función de las exigencias y verdaderas necesidades de la sociedad actual. El ruido (en el sentido que tiene esta palabra en la teoría de la información) es excesivo: aportaciones irrelevantes o confusas reciben atención desmedida mientras se dedica un silencio desdeñoso a trabajos sólidos y esclarecedores de otros estudiosos. En las evaluaciones de los currícula académicos se tiende a considerar del mismo modo cualquier tipo de publicación, sin atender a su contenido. La cantidad sustituye a la calidad.

Nuestro saber oficial está acartonado. Lo que llamamos rigor científico es sólo, con bastante frecuencia, un cúmulo de datos inanes cosidos con un lenguaje estreñido, y en función de unos argumentos estereotipados e inmutables desde tiempo inmemorial.

El arte del siglo XX, que constituye tal vez (por el número y por la variedad de sus propuestas) el ochenta por ciento de todo el legado creativo de la humanidad, estaba excluido hasta hace poco de nuestras aulas. Sólo ha entrado a regañadientes empujado por los medios de masas, por las grandes exposiciones y por el interés político en el asunto acompañado de inversiones millonarias.

No cumplen nuestros departamentos universitarios su obligación de constituirse en laboratorios intelectuales de vanguardia, donde se acoja la novedad y se acepte la independencia intelectual. Por el contrario, el clima es opresivo, burocrático hasta la exasperación. Las universidades tienen la rigidez adusta de las viejas academias. En ellas sólo se discute del escalafón y se alimentan ruines maquinaciones de carácter promocional. El verdadero saber se convierte ahí en algo casi clandestino: hay estudiosos que ocultan sus aportaciones a ciertos colegas para no fomentar más la oscura inquina que provoca en estos últimos años la producción intelectual.

Como siempre: muchos males derivan de nuestra falta de pasión intelectual, de los deseos corporativos de utilizar el arte como un mero pretexto para poder actuar como sacerdotes de lujo en las ceremonias de poder.

Juan Antonio Ramirez "Historia y Crítica de Arte: Fallas (y Fallos)".

2 comentarios:

El Observador dijo...

Polémico, subversivo, rebelde y librepensador. Juan Antonio Ramirez es quizás una de las más grandes figuras que ha tenido la institución de la historia del Arte en España, no solo por su valiosísimo legado intelectual, sino también por su función de autocrítica y reforma interna. Pocos han sido los profesionales de su nivel que se han atrevido a hablar con una voz tan clara y constructiva.

Su perdida supone un gran vacío para el mundo de la cultura y en mi caso, a nivel personal, la perdida de un referente del que esperaba con verdadera "pasión" poder seguir aprendiendo, ya que él, a diferencia de lo que comenta de otros profesionales sí tenía una infinita y contagiosa pasión y curiosidad intelectual.

Así que solo quería hacer este pequeño homenaje, desde este pequeño rincón de la red, esa red que tanto le interesaba y con tantas posibilidades de libertad educativa y cultural que tanto demandaba.

Tan solo quería agradecerle su pasión, su libertad, sus enseñanzas, y lo más importante de todo, agradecerle que nos ofreciera a muchos la visión de que el cambio es posible, de que esta disciplina, lejos de su encorsetamiento aparente, en realidad está en pañales y nosotros tenemos el trabajo de guiarla hacia el futuro.

Gracias por todo y hasta siempre.

El Observador dijo...

Sitio web de Juan Antonio Ramírez creado por Guillermo García y presentado hoy en el acto de homenaje del Reina Sofía:

http://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/jramirez/default.html

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