Alma de Madera


"El día de la poesía, os dejo este intento de poema mío"

Nunca, bajo las manos del titiritero,
sentí una ráfaga de aire tan fuerte.
Cuando movía los cables,
empujaban mis brazos, fría madera.

Creía escuchar y sentir,
entre los rincones de esta caja,
obscura y lúgubre,
una voz triste y olvidada.

Palpando entre muñecos,
busqué esa voz que me llama.
“ámame” decía con pesadumbre,
y cuando estaba cerca, mis cuerdas se liaron.

Un patio amplio,
mucha gente mirando,
allí mis brazos,
saludan alegres aunque yo no lo esté.

Llora mi alma mientras bailaba,
hasta que escuché su voz, otra vez.
“Ámame, estoy aquí, a tu lado”
miré a mi alrededor, y allí la encontré.

Era preciosa,
su pelo moreno,
sus ojos grandes,
sus ropa de princesa.
Nos miramos,
nos amamos a distancia.
Nuestra fría madera ardía,
por dentro, en nuestra alma.

Terminó la función,
todos aplauden y una vez mas,
la fría y obscura caja,
ella me llama, “ámame”

La busco otra vez,
gritándole que me espere,
mis cables se enganchan,
pero los rompo, “ya voy amor”

En una esquina,
asustada, allí estaba.
La intento abrazar,
pero no responde.

“Abrázame” le dije,
“te lo suplico”.
“Quiéreme” exigí.
“por favor”.

Con sus ojos tristes,
“no puedo, solo soy una marioneta”
“no puedo, no tengo alma”
“no te puedo querer”
Desolado, herido,
duermo al lado de mi amada,
que nunca más volvió a hablar.
derrotado, afligido.

En la siguiente función,
mi dueño me dejó,
“sin cables, y madera vieja,
solo ocupas sitio en mi cajón”

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